QUÉ ES UN ARQUETIPO






Del griego arjé, (fuente, principio u origen, impresión o modelo. En la filosofía de Platón se expresan como las formas sustanciales (ejemplares eternos y perfectos) de las cosas que existen eternamente en el pensamiento divino.


Caminos y estados


Un arquetipo es un modelo o ejemplo de ideas o conocimiento del cual se derivan otros tantos para modelar los pensamientos y actitudes propias de cada individuo, de cada conjunto, de cada sociedad, incluso de cada sistema.

Un sistema de palabras, de ideas, de ideales, o de pensamientos, sigue una conducta regular, envuelto en su propio paradigma; incluso se usan arquetipos para modelar su propio camino, para abrirse campo en un medio de ideas abstractas, poco entendibles o no comprensibles, solamente guiados por sus propios pensamientos y creencias.

Utilización del término

En el libro “Realidad del alma”, Jung propone que en el mundo primitivo todos los hombres poseían una especie de alma colectiva, pero con el pasar de los años y la evolución, surgió un pensamiento y una conciencia individual que ayudó en gran parte con la formación del modo de pensar de cada cultura y de su tipo de actuar. Una persona está integrada por conductas regidas por arquetipos, junto con sus diferentes caminos y sus estadios. Existen tres caminos: Conocimiento, Poder y Amor.

En la antigüedad

Platón, el más fiel discípulo de Sócrates, cree como éste que "la ciencia consiste en lo universal" y aspira a ello por medio de la abstracción (acto mental en el que conceptualmente se aísla un objeto o una propiedad de un objeto). "La mayor certeza se halla en la mayor abstracción", dijo. Al ejercitar ésta, distingue dos mundos: el de las cosas sensibles (mundo al que tenemos acceso a través de los sentidos), rayano con el no ser, y el de lo inteligible (mundo que no se puede percibir por medio de los sentidos (mundo inteligible) donde habitan las ideas) , que es lo real mismo en sí, el tipo, la idea o el ejemplar, que reproducen las cosas sensibles por su participación de las ideas. Pero este mundo de las ideas requiere una jerarquía según Platón; éste, fijado por la dialéctica (técnica de conversación o diálogo), sirve de base a toda clasificación y establece claridad y orden en los asuntos.

Esta tesis dará lugar a la noción de que las ideas más vacías o más abstractas se consideran las superiores y se colocan en la fuente de las clasificaciones. Se convierte así la abstracción en escala para ascender al cielo y se volatiliza la realidad, llegando a estimar que una idea está más cerca de la verdad cuanto más lejos se halla de los hechos. Esta interpretación, hecha explícita por primera vez por Christian Wolff, que estima que la metafísica sería la ciencia de lo posible, alcanza su consecuencia, en la dialéctica hegeliana, que afirma que "el ser —la idea más abstracta— es la nada".

Ya la palabra eidos, de donde procede nuestra "idea" revela el simbolismo, pues expresa la especie opuesta al individuo y separada de él. Para establecer la jerarquía del mundo inteligible, la imaginación se representa (siempre fuera de la realidad) el prototipo o arquetipo (la idea primera entre las demás de igual orden), de cada especie. Resulta, por lo mismo, como dice Janet, que "todo arquetipo es siempre una abstracción".


En la Edad Media

Esta misma palabra arquetipo ha sido usada por los escolásticos, sobre todo por aquellos que se acercan algo al sentido platónico combinado con la doctrina aristotélica. Para santo Tomás de Aquino, es la idea primordial, que ha presidido a la creación del mundo.

En la Modernidad

Después usó también la palabra arquetipo el filósofo John Locke, en su Ensayo sobre el entendimiento humano, pero le da un sentido distinto al de Platón. Para Locke los arquetipos son ideas, que no tienen semejanza con ninguna existencia real, ni con la nuestra ni con la de los objetos externos. Concibe el espíritu los arquetipos mediante la reunión arbitraria de los conceptos simplicísimos, sin que puedan ser por lo tanto copias de las cosas.

Arquetipo junguiano

El término fue introducido por Carl Gustav Jung para designar cada una de las imágenes originarias constitutivas del "inconsciente colectivo" y que son comunes a toda la humanidad (por ejemplo, Viejo sabio). Configuran ciertas vivencias individuales básicas, se manifiestan simbólicamente en sueños o en delirios y son contenidos más o menos encubiertos en leyendas, cultos y mitos de todas las culturas.